Probablemente este sea uno de los artículos que más me ha reflexionar. El intentar definir el respeto puede resultar casi imposible si lo enfocamos desde un único punto de vista. Desde mi poca experiencia de la vida y un toque muy personal, el respeto es uno de los principios básicos que toda persona tendría que tener. Acompañado de la solidaridad y el compañerismo se puede formar el ideal de cualquier prototipo de entendimiento de las personas desde un punto de vista social. Este principio nunca es una imposición sino que tiene que ser algo que se tiene que tener, algo básico, y que se tiene que enseñar desde que eres pequeño igual que se dice que no se metan los dedos en los enchufes o que las cosas del suelo no se deben meter en la boca.
La gente tiene que valorar aquel que tiene al lado independientemente de su procedencia, su cultura, su inteligencia, su nivel social y su edad ya que cualquier persona puede enseñar a alguien, de cualquiera se puede adquirir y aprender una cosa nueva y eso es algo único en el ser humano. Al hablar de respeto no hablo de ningún tipo de derecho, sino, como ya he nombrado, es un principio, algo por encima de cualquier derecho.
El principio al que me refiero no se impone desde la violencia, el chantaje o el insulto, este principio se adquiere por ser persona, por tener la capacidad de ser humildes, de escuchar, de aprender, de evolucionar. No es miedo lo que se produce con el respeto, sino confianza, si confianza, cariño, afecto, acercamiento hacia cualquier persona que nos transmita este fundamento.
Seguramente en España el respeto sea una de las cosas que más falten en la sociedad y que en otros países se ha desarrollado con más importancia y como un principio fundamental en la sociedad. Y de la falta de respeto se producen todas las atrocidades de la sociedad porque sino se tiene respeto no se tiene nada.
